Como jurista, es probable que hayas enfrentado la necesidad de buscar información en bases de datos en numerosas ocasiones. Si estás familiarizado con las nuevas tecnologías, seguramente has oído hablar del concepto de big data. Pero si no es así, no te preocupes, en este artículo te lo explicaremos. Sin embargo, nuestro artículo de hoy se centrará en la small data, que consiste en conjuntos de datos más reducidos en comparación con el big data, pero que resultan igualmente valiosos en diversas áreas.
Empecemos por el principio: qué es el big data
El big data es un término utilizado para describir grandes volúmenes de datos que son enormes en tamaño y complejidad. Estos datos provienen de diversas fuentes, como redes sociales, transacciones en línea, registros públicos y sistemas empresariales. Lo que hace que el big data sea único es que estos conjuntos de datos son tan grandes y cambiantes que las herramientas tradicionales de gestión y análisis de datos no pueden manejarlos de manera eficiente.
En el contexto jurídico, el big data se refiere a la acumulación masiva de información que puede ser relevante para casos legales, investigaciones y toma de decisiones legales. Por ejemplo, en un caso de litigio, el big data podría incluir miles o incluso millones de documentos legales, correos electrónicos, registros financieros y de comunicaciones, entre otros.
¿Y a qué nos referimos con small data?
La small data es un campo de datos más pequeño. Básicamente, este término se utiliza para describir aquellos conjuntos de datos que cuentan con menos de 1000 referencias en filas o columnas de datos. A pesar de que hayas leído ahora por primera vez de la small data, lo cierto es que el término fue acuñado en 2011 por investigadores de IBM para describir esos pequeños conjuntos de datos.
Para entender mejor la small data es importante saber para qué se pueden utilizar estos datos. Imagina que tienes un caso legal en el que necesitas revisar transacciones de clientes o antecedentes de personas involucradas en un litigio. La big data sería como tener una enorme montaña de información para analizar, lo que podría ser abrumador y llevar mucho tiempo. En cambio, la small data te ofrece una selección más limitada pero significativa de datos relacionados con ese caso en particular.
En lugar de analizar millones de registros, puedes concentrarte en un conjunto de datos más manejable, tal vez unos pocos miles de registros, que son suficientes para obtener información precisa y tomar decisiones informadas. Esto te permite identificar patrones, tendencias y detalles relevantes de manera más rápida y eficiente.
El poder de los datos pequeños
Es inevitable pensar que por tratarse de una base de datos de menor tamaño también lo es en importancia. De hecho, pensar esto es un error y ya hay algunos profesionales como Ramaswamy, el director de tecnología de NielsenlQ quien afirma que la era del big data está cerca de llegar a su fin y será reemplazada por estos pequeños conjuntos de datos.
Lo cierto es que estos pequeños datos han sido tendencia recientemente y han sido muy utilizados durante este año. Por este motivo, es muy importante no perderlos de vista y tratar de sacar el máximo provecho de ellos.
El desarrollo y la evolución de las nuevas herramientas de inteligencia artificial han facilitado que se puedan utilizar estos datos con más facilidad. Gracias a las nuevas soluciones en IA, las empresas son mucho menos exigentes en datos debido a la inteligencia de la propia IA.
Además de las herramientas de IA, para analizar la small data, existen diversas herramientas que resultan útiles para los profesionales del derecho:
Hojas de cálculo: Las hojas de cálculo, como Microsoft Excel o Google Sheets, son herramientas básicas pero efectivas para analizar pequeños conjuntos de datos. Permiten realizar cálculos, filtrar información, crear gráficos y tablas para visualizar los resultados y obtener una comprensión rápida de los datos.
Software de análisis estadístico: Programas como SPSS, STATA o R son ampliamente utilizados en el ámbito jurídico para realizar análisis estadísticos más avanzados. Estas herramientas permiten realizar análisis descriptivos, inferenciales y modelamiento de datos, lo que puede ser útil para identificar patrones y relaciones relevantes en la small data.
Software de minería de texto: La minería de texto se enfoca en extraer información significativa de grandes cantidades de datos no estructurados, como documentos, correos electrónicos o transcripciones. Aunque la small data suele ser más estructurada, estas herramientas también pueden ser útiles para analizar información textual relevante en el contexto legal.
Plataformas de análisis de datos en la nube: Algunas soluciones basadas en la nube ofrecen capacidades de análisis de datos que pueden ser aprovechadas para la small data. Estas plataformas permiten compartir y colaborar en análisis de datos de manera eficiente y segura, lo que es especialmente valioso para equipos de trabajo en despachos de abogados o departamentos jurídicos corporativos.
¿Cómo puede utilizar la small data un jurista?
Para ver la parte práctica del asunto vamos a repasar algunos aspectos en los cuales un jurista puede hacer uso de la small data.
Análisis de jurisprudencia específica: Los abogados pueden utilizar la small data para analizar casos y sentencias previas que sean similares a los que están manejando en el momento. Al recopilar y examinar un conjunto más reducido de casos relevantes, pueden obtener información detallada sobre argumentos legales exitosos, estrategias utilizadas y resultados obtenidos en situaciones similares. Esta información puede ser de gran utilidad para fortalecer la posición de sus clientes y planificar la mejor estrategia para el caso actual.
Evaluación de riesgos legales: Los departamentos jurídicos corporativos pueden emplear la small data para evaluar los riesgos asociados con ciertas prácticas comerciales o actividades de la empresa. Al analizar datos de situaciones pasadas o actuales, pero en menor escala, pueden identificar patrones de riesgo, vulnerabilidades legales y áreas de mejora en el cumplimiento normativo. Esto les permitirá tomar decisiones más informadas y proactivas para evitar posibles litigios o sanciones regulatorias.
Perfilamiento de clientes y contrapartes: Los abogados pueden utilizar la small data para recopilar información sobre clientes y contrapartes en casos legales. Al acceder a datos más limitados pero relevantes, pueden obtener un perfil detallado de las partes involucradas en el litigio. Esto incluye antecedentes legales, historial de litigios, y otras actividades relevantes. Con esta información, los abogados pueden adaptar sus estrategias de negociación y argumentación de manera más efectiva, lo que puede resultar en mejores acuerdos o resultados en el proceso legal.
En resumen, la small data ofrece a los despachos de abogados y departamentos jurídicos corporativos herramientas poderosas para analizar casos, evaluar riesgos y obtener información precisa sobre las partes involucradas en situaciones legales. Al utilizar estos ejemplos prácticos, los profesionales del derecho pueden mejorar su capacidad para tomar decisiones informadas y ofrecer servicios legales más efectivos a sus clientes.
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