Hace unos 100 años Miguel de Unamuno dijo “el progreso consiste en renovarse”. A partir de esta frase se popularizó el refrán de “renovarse o morir”, un refrán al que no le ha faltado razón con el paso de los años y que se acentúa todavía más hoy en día si tenemos en cuenta las tecnologías exponenciales.
Con el paso del tiempo hemos visto como muchos trabajos han ido evolucionando. La implementación de las máquinas ha permitido abaratar los costes en muchas empresas y ser mucho más productivas. A pesar del dilema inicial que la transformación digital puede causar en relación con la posible reestructuración de puestos de trabajo, lo cierto es que las empresas que no se adaptan a los nuevos cambios desaparecen del mercado.
Aunque estos cambios han sido mucho más visibles en sectores como la banca, hoy en día el sector jurídico no puede quedarse atrás. La abogacía tiene que adaptarse a los avances tecnológicos para ofrecer servicios y asesoramientos adecuados a los nuevos clientes, o en caso contrarios, los despachos que no lo hagan acabarán desapareciendo.
El darwinismo digital
Darwin elaboró su teoría sobre la evolución de las especies sobre la base de que los individuos que presentaban alguna debilidad tenían menos probabilidad de sobrevivir ante las complejidades de la vida; produciéndose, por tanto, la conocida como selección natural de las especies. En los inicios de su obra concretamente señala que: “Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, en consecuencia, hay una lucha por la vida, que se repite frecuentemente.”
Tomando como partida estas ideas de la biología, Herbert Spencer desarrolló posteriormente la teoría conocida como darwinismo social, aplicando aquellos principios a los ámbitos de la sociología y la economía. Esta teoría muy controvertida a nivel social por sus implicaciones morales, planteó un mundo en el que se produce "La supervivencia del más apto".
Si trasladamos lo anterior al ámbito empresarial aparece después el darwinismo digital, cuyas bases se asientan en el hecho de que la tecnología y la sociedad están avanzando a un ritmo que resulta complicado de seguir. Sin embargo, la clave para alcanzar el éxito empresarial es precisamente esa, evolucionar y saber ofrecer en cada momento lo que demanda la sociedad. De hecho, en diez años, el 25% de las empresas tradicionales que no hayan efectuado una transformación digital habrán desaparecido. [1]
La transformación digital como clave para la supervivencia empresarial
En esencia, no estamos hablando de que el ejercicio de la abogacía va a desaparecer, pues la Justicia es uno de los pilares básicos del Estado de derecho. Pero sí que están cambiando los desafíos jurídicos y apareciendo nuevas formas de resolución digital de conflictos, por ejemplo. Por ello, el hecho radica en que los abogados que abrazan las nuevas tecnologías son los que van a poder sobrevivir en el mercado.
Esta necesidad de renovación no es novedosa. Si nos remontamos a los años 90 con la implementación de Internet en el mundo empresarial, el abogado que podía acceder a cierta información por esta vía tenía ahorros notorios de tiempo respecto a aquellos que seguían investigando en las clásicas recolecciones de jurisprudencia. Y en momentos posteriores, hemos visto como los despachos se han ido adaptando a las nuevas técnicas. Por poner un ejemplo, en los últimos años se ha incrementado la vía WhatsApp como contacto empresarial.
El problema con las tecnologías exponenciales es que las posibilidades de las que se puede disfrutar mediante el uso de estas tecnologías van mucho más allá que los cambios anteriores. Estamos hablando de una nueva forma de trabajar y de la posibilidad de ofrecer servicios nuevos.
¿Cómo Abordar la Transformación Digital en un Despacho Jurídico?
Todo esto se traduce en poder ofrecer a los clientes lo que realmente necesitan. Mejorar el trato con el cliente, trazar mejores estrategias de cara a defender sus intereses en una vista oral u ofrecer un servicio más económico y en menos tiempo gracias al uso de las legaltech en el trabajo.
Actualmente, según datos de Forrester, casi la mitad de los ingresos de las empresas provienen de sus canales digitales. [1]
Las nuevas posibilidades que derivan de las herramientas digitales suponen una diferenciación sobre el resto de juristas que no hacen uso de ellas. Así, por ejemplo, el análisis del Big data permite encontrar diferentes patrones y determinar la posibilidad de trazar nuevas estrategias en un asunto legal; y la inteligencia artificial permite, entre otras cosas, la automatización de procesos, reduciendo tiempos en tareas repetitivas.
Las Consecuencias de No Adoptar las Tecnologías Exponenciales
Si como jurista rehúsas hacer uso de estas nuevas tecnologías y no adoptas medidas para mejorar tu despacho, estás condenado a desaparecer con el paso del tiempo. A tu alrededor habrá juristas que estarán ofreciendo servicios a sus clientes con los que tu despacho no podrá competir.
Esto es lo que viene a explicarnos el darwinismo digital. Pero más allá de enfocarlo como una situación negativa, hay que verlo como una ventaja gracias a la cual se puede contar con un trabajo mucho más sencillo u ofrecer un mejor servicio a los clientes.
Es por esta razón que resulta crítico comenzar a adquirir habilidades en el uso de estas tecnologías exponenciales lo antes posible, y familiarizarse con las herramientas legaltech. La evolución tecnológica es incesante, y cada vez más juristas están adoptando medidas para garantizar la supervivencia y el crecimiento de sus despachos.
La mentoría digital, en este contexto, se convierte en un recurso valioso para guiar a los profesionales del derecho en su viaje hacia la excelencia digital, permitiéndoles no solo sobrevivir, sino también prosperar en un entorno legal cada vez más competitivo.
¿Estás preparado para asumir el reto?
[1] Puro marketing. El 25% de las empresas tradicionales podrían desaparecer sino llevan a cabo una transformación digital. https://www.puromarketing.com/53/26973/empresas-tradicionales-podria-desaparecer-llevan-cabo-transformacion-digital
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